Perspective
Guía compasiva en tiempos desafiantes
Ana Carolina González-Peña • January 02, 2024
Muchas generaciones, en varias partes del mundo, hemos evidenciado conflictos y guerras a través de la historia. Han sido años de muchos de nosotros dedicados a la búsqueda y la construcción de paz desde nuestra labor diaria.
Vivimos cada día con noticias desde distintas geografías con nuevas crisis, migraciones en aquí y allá, polémicas decisiones de cada mandatario, entender el papel de las organizaciones y el nuestro propio, y a la final, esperar a que un acontecimiento nos traiga esperanza.
Sin embargo, los tiempos actuales no son la excepción. El mundo tiene nuevos desafíos, la polarización es casi que agobiante y es claro que estamos atravesando profundos cambios colectivos. Y aunque nos apoyemos en uno u otro conocimiento intelectual para entender estas situaciones adversas, es completamente normal que surjan sentimientos de desesperación, confusión, tristeza, miedo e incertidumbre en nosotros o nuestros familiares.
Estamos expuestos como humanidad, y en medio de tan diversos análisis y puntos de vista, no es claro saber qué nos espera. Pero si hay algo que podemos hacer, es empezar a aportar positivamente a la historia colectiva, a través de herramientas como una buena gestión emocional, la resolución efectiva de conflictos, la disminución de la violencia e incluso, el buen cuidado de tu salud mental. Aquí te presentamos algunos tips que puedes implementar:
- Acepta la dualidad que habita en cada persona: reconoce la intrincada dualidad en cada individuo, la capacidad para el bien y el mal, la interacción entre el amor y la angustia existencial. Durante momentos desafiantes como los actuales, es fácil caer en el impulso de deshumanizar a otros con etiquetas como “monstruos” y convertirlos en tus enemigos. Sin embargo, la tarea es más bien enfocarte en comprender la complejidad de las personas y evitar caracterizarlas basándote sólo en prejuicios preconcebidos.
- No te aferres al dolor colectivo, más bien intenta convertirte en un canal: a diferencia de una maleta que almacena y lleva el peso del mundo, un canal permite que el dolor fluya. Evita identificarte demasiado con el dolor, pues sólo es parte de tu experiencia, no tu identidad.
- Humaniza a tus “adversarios”: primero, intenta la autorreflexión y aléjate un poco de tus suposiciones y sesgos. Luego, reconoce que tus adversarios, independientemente de sus opiniones, son fundamentalmente humanos, como tú con miedos y deseos. Reconocer esta humanidad compartida fomenta la empatía, incluso cuando hay desacuerdos.
- Asume un papel pacificador(a): hay personas, organizaciones, e historias inspiradoras a nivel mundial. Si alguno de ellos resuena contigo, participa activamente en su misión con tus capacidades, tiempo o donaciones.
- Enfócate en consumir contenido de valor: en un mundo de medios masivos de comunicación, manejados por intereses particulares, con titulares divisivos, decídete por consumir libros, boletines, documentales y periodismo independiente. Busca contenido que te conduzca a cultivar perspectivas más profundas y completas, no solo información fragmentada.
- Recuerda siempre la fragilidad de la vida: la vida, independientemente de su forma, es efímera, especialmente en estos tiempos tumultuosos. Esta realización puede entristecernos, pero también empoderarnos. Cuando recuerdas la fragilidad de la vida, te motivas a seguir adelante y cumplir tus propósitos.
- Elige ayudar a otros: ya sea como voluntario con quienes luchan contra enfermedades o apoyando a refugiados, una vida con trabajo de servicio cambia tu perspectiva y dirige tu energía hacia un impacto significativo y sin espacio para odios ni discusiones triviales.
- Reconoce que sí ‘eres el cambio’: a veces, presenciar las luchas del mundo puede hacernos sentir impotentes. Y si bien, individualmente no podamos cambiar el mundo, ciertamente podemos cambiar una o varias vidas, comenzando por la tuya. Sé amable, escucha, cuida y comparte con quien tienes al lado, también esa persona está intentando aligerar el peso actual de nuestro mundo.